9 cosas que ver en Mérida en un día
Como veis, queda claro que el ocio y las oportunidades que ofrece Mérida no sólo son abundantes, sino también diversas. Desde deportes extremos hasta el catolicismo, la historia o la música. Pero hay muchas otras cosas que ver en Mérida
¿Quién no ha oído hablar del colosal conjunto arquitectónico de Mérida? La capital extremeña lleva décadas siendo reconocida como una de las ciudades con más historia de España. Prueba de ello son los numerosos monumentos que alberga.
Gracias a su localización, a orillas del Guadiana, ha sido posible la coexistencia de pueblos desde el Paleolítico. El origen de la ciudad de Mérida, tal y como lo conocemos actualmente se remonta a la época romana. En este periodo cuando, según la corriente más extendida, la ciudad se fundó en el año 25 a.C. con el nombre de Colonia Iulia Augusta Emerita por orden del emperador Augusto. A pesar de esto, existe otra interesante teoría que indica que la fundación puede haberse realizado entre los años 48 y 44 a.C. por orden de Julio César. En cualquier caso, el motivo de fundación fue alojar a los veteranos retiurados de las legiones romanas que habían participado en las Guerras Cántabras. Dado que la ciudad se convirtió en la capital de la provincia de Lusitania, Augusta Emerita disfrutó de un periodo de esplendor que se manifestó en la construcción de los grandes monumentos que todavía conserva hoy. Estas son las 9 cosas que ver en Mérida que no debes perderte:
EL TEATRO ROMANO
Además de ser el monumento más visitado de la ciudad, el archiconocido teatro de Mérida es el lugar en el que se desarrolla desde 1933 el Festival de Teatro Clásico de Mérida. Es sin duda el lugar de interés más importante que hay que ver en Mérida, por lo que su visita es obligatoria.
Fue levantado entre los años 16 y 18 a.C. por orden del cónsul Vipsanio Agripa, y en origen se encontraba junto a las murallas de la ciudad. Con posterioridad se introdujo en el siglo II la actual fachada frente a la escena, y en el siglo IV, durante el reinado de Constantino I, se añadieron nuevos elementos decorativos. Finalmente fue abandonado durante la antigüedad tardía y quedó prácticamente sepultado por tierra hasta el inicio de las excavaciones arqueológicas.
El anfiteatro
Los espectáculos de gladiadores o venatios eran luchas entre fieras y hombres. La edificación del anfiteatro de Mérida se planeó junto a la del teatro adyacente en el 8 a.C.
De forma elíptica, el anfiteatro es uno de los monumentos de Mérida más conocidos. El eje principal mide 126 m y el más pequeño unos 102 m. Cuenta con 16 puertas que se abren al exterior y la principal se encuentra en el extremo del eje occidental. Al igual que el teatro, sus gradas se dividen en tres sectores: ima, media y summa cavea.
Sobre las primeras gradas se construyeron dos tribunas, una en cada extremo del eje menor del anfiteatro. La tribuna oeste estaba reservada para las autoridades, mientras que la del este era ocupada por la persona que financiaba el espectáculo. En los frentes de ambas tribunas estuvieron colocadas las inscripciones que han permitido conocer la fecha de inauguración del edificio y que hoy se hallan en el cercano Museo Nacional de Arte Romano.
Cabe destacar que el anfiteatro de Mérida es uno de los mejor conservados de la península ibérica y el que tiene una de las plantas elípticas más perfectas del mundo. Actualmente se utiliza para la celebración de diferentes eventos culturales, como el Festival de Mérida y conciertos de música.
templo de diana
Dentro de las cosas que ver en Mérida no podía faltar el Templo de Diana, construido hacia finales del siglo I a.C., en época del emperador César Augusto. Se levantó en el foro municipal de la ciudad romana. Para la construcción se empleó el granito, aunque fue revestida de estuco y pintada en rojo imitando al mármol. Es sin duda una de las ruinas romanas de Mérida más famosas, y tiene la singularidad de encontrarse en medio de la ciudad.
Se trata de un templo de planta rectangular, períptero (rodeado de columnas) y con un pórtico hexástilo (seis columnas en el frente) de capiteles corintios. La fachada principal estaba orientada al foro municipal y aparece coronada por un frontón en forma de arco de medio punto. Ante esta fachada se extendía una escalinata, hoy desaparecida. Como parte del conjunto religioso, a ambos lados de la fachada existían dos estanques con sus respectivos canales. El conjunto estaba rodeado de un criptopórtico.
El templo de Diana debe su nombre a una tradición que lo vinculaba con la diosa romana de la caza. Sin embargo, actualmente se cree que en realidad estaba dedicado al culto imperial, tal vez a la figura de Augusto, lo que encajaría con su ubicación en el foro municipal. En el siglo XVIII se construyó en el interior del templo la iglesia de Santa María la Mayor, que actualmente es un museo arqueológico.
acueducto de los milagros
Otra de las cosas que ver en Mérida es este impresionante acueducto, uno de los monumentos más fotogénicos de la ciudad. Es de origen también romano y su nombre se debe a lo impresionante que supone que aún se mantenga en pie. Construido en el siglo I d.C. su función era la de suministrar agua al sector occidental de la ciudad desde el embalse de Proserpina, a 12km de la ciudad.
En su punto más alto alcanza los 25 metros y se conservan 73 de los pilares que compensaban el desnivel creado por el río Albarregas a los largo de 830 metros hasta la parte más cercana a la ciudad.
museo romano
El patrimonio que se halla en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida congrega diversas colecciones reunidas y conservadas por eruditos a lo largo de los siglos, hasta la fundación del Museo Arqueológico de Mérida, en 1838.
Su diseño fue obra del reconocido arquitecto español Rafel Moneo y es todo un referente para nuestra arquitectura de las últimas décadas. Entre sus rasgos principales podemos destacar su flexibilidad, luminosidad y la altura de su sala principal.
Imita además los materiales y características de las obras romanas, como el uso del ladrillo o el módulo de las arcadas de la primera nave.
Es una de las cosas que ver en Mérida cuya arquitectura data de la época actual.
casa de mitreo
Se conoce con el nombre de Casa del Mitreo por su proximidad con los restos de un posible templo dedicado a Mitra, aparecidos en el solar ocupado por la plaza de toros. La casa, situada extramuros de la ciudad romana, se construyó a finales del s.I ó comienzos del s.II. Algunas de sus estructuras y decoraciones son de fechas posteriores dadas las remodelaciones que su uso, a lo largo de varios siglos, hizo necesarias. Sus dependencias se distribuyen en torno a tres patios que articulan la vida de la casa y le proporcionan luz y ventilación. Está pavimentada con uno de los mosaicos más interesante aparecido en la ciudad: el Mosaico Cosmológico. En él se personifica la concepción del mundo y de las fuerzas de la naturaleza que lo gobiernan, junto con alguna actividad humana.
puente romano
Este es otro de los monumentos más fotogénicos de la ciudad. Es de origen también romano y su nombre se debe a lo impresionante que supone que aún se mantenga en pie. Construido en el siglo I d.C. su función era la de suministrar agua al sector occidental de la ciudad desde el embalse de Proserpina, a 12km de la ciudad.
En su punto más alto alcanza los 25 metros y se conservan 73 de los pilares que compensaban el desnivel creado por el río Albarregas a los largo de 830 metros hasta la parte más cercana a la ciudad. Desde 1993 su uso es exclusivamente peatonal.
alcazaba
Según una inscripción que se instaló sobre su puerta principal, la Alcazaba se inauguró en el año 835 y, en principio, sirvió para proteger a los gobernantes y súbditos musulmanes de las sublevaciones de la población emeritense, además de dominar el paso del puente sobre el río Guadiana.
El perímetro, casi cuadrado, de la fortificación mide unos 550 metros. Adosadas a lo largo del paramento, al que sirven de contrafuertes, se distribuyen 25 torres de base cuadrangular, algunas de origen cristiano.
El acceso principal a la alcazaba y el que comunicaba con el interior de la ciudad estaban protegidos por un pequeño fortín o barbacana que se construyó en el lugar que ocupó una de las puertas principales de la ciudad romana.
De las distintas dependencias que debieron existir en el interior del recinto, se conserva el aljibe. Se accede a este edificio por dos puertas enfrentadas que permiten el paso a un distribuidor. Dos escaleras permiten la subida y bajada a la cisterna que se surte de filtraciones de la capa freática del río Guadiana. Por encima del distribuidor existió una pequeña mezquita y por encima de esta, una torre de vigilancia.
En el recinto de la alcazaba se conservan abundantes testimonios arqueológicos y arquitectónicos de las diferentes etapas culturales que ha vivido la ciudad: dique de contención de agua del río, base de la puerta del puente, muralla, calles y casas del periodo romano, pilastras pertenecientes a algún gran edificio visigodo, aljibe de época Andalusí, conventual de la Orden de Santiago, pórtico neogótico, etc.
basílica de santa eulalia
Eulalia fue una niña emeritense martirizada en la ciudad durante las persecuciones ordenadas por el emperador Diocleciano entre el 303 y 305 d.C.
Con posterioridad fueron varios los poetas que ensalzaron a la Mártir, entre ellos Prudencio en su poemario “de las Coronas” o Peristephanon , del siglo IV o, en el siglo siguiente, el obispo local Hidacio. El túmulo que se hizo para recordar la memoria de Eulalia nos los describe Gregorio de Tours en su Libro en honor de los Mártires, ya en el siglo VI. Por último, una obra del siglo VII, Vidas y los Milagros de los Santos Padres de Mérida atribuida a un diácono llamado Paulo, es la que mejor refleja la devoción que desde los albores de la Edad Media tienen los emeritenses por su Patrona y, sobre todo, describe más fidedignamente el poder del obispado emeritense y la fastuosidad de sus edificios..
Antes de erigirse aquí un cementerio cristiano a fines del siglo III, este espacio estuvo ocupado por una serie de mansiones suburbanas, de las que quedan restos, como es el caso una pileta con todo el utillaje de tocador. La presencia del monumento en honor a Eulalia, cuyos cimientos podemos ver hoy bajo la cabecera de la basílica, acarreó que los cristianos quisieran enterrarse cerca de ésta hasta bien entrado el siglo XIX.
Al lado de la basílica podemos encontrar “El Humilladero”, un pedestal tallado en mármol levantado sobre un graderío y en el que, a su vez, se apoya una columna que remata en una cruz. Se financió con limosnas que ofreció el pueblo, en recuerdo a la columna sobre la que la santa fue torturada y azotada durante su martirio.
Puedes encontrar más información relevante para el turista en la página oficial de Turismo Mérida.
¿Estás impaciente por descubrir la historia de Mérida?
Nuestros apartamentos cuentan con todas las comodidades y están localizados en el lugar ideal para descubrir todos estos monumentos sin necesidad de medios de transporte